Pero tengo Mi cuaderno, no lo llamaría un organizador porque no lo es (creo que mi cabeza está más ordenada). Lo empecé a escribir a mitad del año pasado y se ha vuelto algo muy especial para mí. En el hay de todo: dibujos no tan buenos, canciones, mini novelas que escribo cuando estoy inspirada (que ocurre una vez al año) y, lo más intimo que tengo, mis pensamientos plasmados en unas cuantas líneas. Esos en los cuales se ocultan mis sentimientos, algunos que nunca imaginé sentir. Aunque haya empezado como un simple block, para mí es mucho más que eso. Recuerdo haberme peleado varias veces por él, pues como a veces lo sacaba en medio de la clase y me ponía ha escribir a escondidas, todos se preguntaban que había en cuaderno. Un día me tomaron desprevenida y me lo quitaron. Por suerte no era algo tan íntimo, más bien una de mis novelas inconclusas. Estaba escribiendo algo así como el prólogo, lo leyeron, me dijeron que era muy bueno y me lo devolvieron. La otra vez, no tuve tanta suerte. Perseguí al chico por todo el colegio hasta que me lo diera, y a pesar de era el doble de mi tamaño, logré quitárselo, no sin antes haberle golpeado ( no tan fuerte, claro, solamente le dejé una huellota de mi puño en su espalda).
"Ella utilizaba las palabras para decir nada y el silencio para explicarlo todo".
lunes, 28 de enero de 2013
Yellow notebook.
La verdad nunca pensé en tener un blog. Siempre escribía en un diario todo lo que me pasaba en el día; siento que es una forma de desahogarse, de sacar todo eso que llevas dentro. Y para eso voy a usar este blog (aunque creo que no a todo el mundo le interese mi vida), para compartir las ideas que tengo en la cabeza, pero de una forma más ordenada, pues en mi mente TODO está hecho un desastre.
Pero tengo Mi cuaderno, no lo llamaría un organizador porque no lo es (creo que mi cabeza está más ordenada). Lo empecé a escribir a mitad del año pasado y se ha vuelto algo muy especial para mí. En el hay de todo: dibujos no tan buenos, canciones, mini novelas que escribo cuando estoy inspirada (que ocurre una vez al año) y, lo más intimo que tengo, mis pensamientos plasmados en unas cuantas líneas. Esos en los cuales se ocultan mis sentimientos, algunos que nunca imaginé sentir. Aunque haya empezado como un simple block, para mí es mucho más que eso. Recuerdo haberme peleado varias veces por él, pues como a veces lo sacaba en medio de la clase y me ponía ha escribir a escondidas, todos se preguntaban que había en cuaderno. Un día me tomaron desprevenida y me lo quitaron. Por suerte no era algo tan íntimo, más bien una de mis novelas inconclusas. Estaba escribiendo algo así como el prólogo, lo leyeron, me dijeron que era muy bueno y me lo devolvieron. La otra vez, no tuve tanta suerte. Perseguí al chico por todo el colegio hasta que me lo diera, y a pesar de era el doble de mi tamaño, logré quitárselo, no sin antes haberle golpeado ( no tan fuerte, claro, solamente le dejé una huellota de mi puño en su espalda).
Pero tengo Mi cuaderno, no lo llamaría un organizador porque no lo es (creo que mi cabeza está más ordenada). Lo empecé a escribir a mitad del año pasado y se ha vuelto algo muy especial para mí. En el hay de todo: dibujos no tan buenos, canciones, mini novelas que escribo cuando estoy inspirada (que ocurre una vez al año) y, lo más intimo que tengo, mis pensamientos plasmados en unas cuantas líneas. Esos en los cuales se ocultan mis sentimientos, algunos que nunca imaginé sentir. Aunque haya empezado como un simple block, para mí es mucho más que eso. Recuerdo haberme peleado varias veces por él, pues como a veces lo sacaba en medio de la clase y me ponía ha escribir a escondidas, todos se preguntaban que había en cuaderno. Un día me tomaron desprevenida y me lo quitaron. Por suerte no era algo tan íntimo, más bien una de mis novelas inconclusas. Estaba escribiendo algo así como el prólogo, lo leyeron, me dijeron que era muy bueno y me lo devolvieron. La otra vez, no tuve tanta suerte. Perseguí al chico por todo el colegio hasta que me lo diera, y a pesar de era el doble de mi tamaño, logré quitárselo, no sin antes haberle golpeado ( no tan fuerte, claro, solamente le dejé una huellota de mi puño en su espalda).
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