Cada copo de nieve caído es un sueño no cumplido.

¡Hooola, queridos azucarillos! Se habrán dado cuenta del cambio que le hice al blog, ¿verdad? Pues todo esto es gracias a que...¡YA ESTAMOS EN DICIEMBRE!
No puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo. Siento como si hubiese sido ayer que empecé el tercer año. Pero ahora todo ha llegado a su fin...para dar inicio a otra historia. Se acabó la página y tendremos que dar la vuelta para seguir escribiendo.
La semana que viene empiezan los finales. Uff. En mi escuela nos separan por grupos: uno va en la mañana y otro en la tarde. Yo estoy en este último, así que tengo amigos que quizá no vuelva a ver jamás, pues se cambiarán de colegio o se mudarán...o yo que sé. El punto es que me duele separarme de las personas con las que he compartido risas y angustias. Todo un año juntos y ahora solo quedará un bonito recuerdo.

También están los de último grado. Ellos iniciarán otra etapa: la universidad. Cuando subí a la cafetería en el recreo, vi que un grupo de chicos se tomaban fotografías, otros estaban abrazados y lloraban juntos. Para ellos ya no hay segundas oportunidades, nada que "el próximo año lo haré mejor". No. Ellos terminaron el cuaderno...y solo les toca comenzar a escribir en otro. Porque la universidad es como un nuevo mundo: ya no pueden actuar como niños, sino como jóvenes casi adultos; papá y mamá ya no estarán a su lado para revisarles los cuadernos o las tareas, deben aprender a valerse por sí mismos. Será difícil separarse de aquellos con quienes prácticamente has pasado toda una vida, desde preescolar hasta 5to de secundaria; pero es parte de crecer y madurar. Además, ¿qué no existen los teléfonos, los celulares, las redes sociales? Hoy en día son muchas las formas de mantenerse en contacto. Aunque claro, jamás será como estar con ellos cinco días a la semana.

  

Y me parece irónico que, justo cuando llega el último mes del año, la mayoría piense: "¿Qué hubiese sido si...?" O sino: "Rayos, ¿por qué no lo hice?" Y me incluyo. Sin embargo, creo que es tonto. Tienes todo un año nuevo por delante (y muchos, muchísimos más) para aprovecharlo al máximo, que es inútil  imaginar cosas que no sucedieron. "Si pasó es por algo. Y si no, también es por algo". 

Pienso que, para no pasar por el síndrome de "quiero volver el tiempo atrás, y hacer todo lo que no hice", simplemente debemos realizar las cosas en su momento. Sin miedo ni vergüenza. Dar una oportunidad a lo nuevo y no encadenarse a nada.

"Vive el momento, porque todo lo demás es incierto"- Louis Tomlinson. 

Conclusión: que este mes no sea de arrepentimientos, sino de nuevas metas. Aprovecha todo lo que tengas alrededor, porque no sabes cuándo pueda desaparecer...y no volver jamás.

Pdta: Al fin he creado una firma. Me encanta: tiene el sinsajo (o bueno, la insignia) *o*