sábado, 9 de noviembre de 2013

Desesperación: la tercera fase de un amor en silencio.

Ya no soporto más. Ya no aguanto verlo desde lejos, contemplar su felicidad con ella. Hay veces, como ahora, en las que quiero acercarme y decirle todo lo que guardo en el corazón. Hay veces, como ahora, en las que estoy desesperada.

Cualquiera pensaría que soy una tonta, hasta yo lo creo. Fue mi culpa que todo haya llegado hasta este punto. Yo me alejé de él, justamente porque le quería. Ni siquiera entiendo por qué lo hice si ahora me siento tan infeliz. Tengo esta duda martilleándome el cerebro día y noche: ¿Qué hubiese pasado si seguíamos hablando? ¿En qué hubiésemos terminado? ¿En amigos o en algo más?
Pero como dice mi padre: el "hubiese" ya no sirve de nada. No lo hiciste, no sucedió. Punto. Jamás podrás retroceder la cinta y corregir tus errores.


"Dile lo que sientes- habló la conciencia.- Él no está en tu mente para saberlo. Una cosa es que lo intuya, otra muy diferente es que tú misma le digas lo que sientes. Libérate, quítate ese peso de encima y verás que, luego de eso, estarás mucho mejor de lo que estás ahora"...
Pero yo no tengo el valor suficiente.
Lo he pensado, créanme. He imaginado cómo sería, qué le diría y qué es lo que él me respondería. Y la duda me carcome por dentro.
"Yo pienso de que sí le llegaste a gustar, al menos un poco". 
Pues yo no lo creo.
Y he querido olvidar, sacarlo de mi mente, olvidar que alguna vez existió. El problema es que no puedo. Cada vez que lo intento, el dolor es más y más grande. 


"Hazlo, confiésale todo a fin de año. Cuando se lo digas, esa información pasará a manos de él; ya verá qué es lo que hará con ella. Lo que importa es que tú te liberaras. Si se logra, bien por los dos. Pero si no...era que no estaba predestinado. La felicidad de una mujer llega una sola vez en su vida...Lo único que te tocaría hacer es esperar".

¿Y cuándo es que pasé de verlo todo color de rosa, a la resignación, y de allí, a esto? 
Cuando supe que era feliz...con su mejor amiga.
Así que el plan de la conciencia no tiene sentido. No diré nada. Voy a dejar que esté a su lado, que se quieran, que vivan los momentos que yo nunca podré vivir con él.
Y los estaré imaginando juntos...a pesar de que la desesperación me esté consumiendo de a pocos...hasta que al final ya no quedará nada.


Alaska.

1 comentario:

  1. A veces hacemos cosas sin querer que nos lleva a un momento determinado que realmente no queremos ni deseamos.
    Besos.
    Te espero por http://sonrisasmomentaneas.blogspot.com.es/

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