I won't give up.

Querida Meri:
Trato de ignorarlo, mas no puedo.
Imagino que no sucede nada, que cada vez que salgo al frente o digo algo en voz alta, no se burlan de mí.
Pero es real.
¿Qué fue lo que hice? ¿Qué cambió para que ahora se rían de mi aspecto? No le hago mal a nadie, ¿por qué me lo hacen a mí?
Aguanto cuchicheos, chismes, miradas de desprecio y bromas pesadas. Intento que no me afecte, ser fuerte, pero es difícil. Y no sé si pueda seguir así.
Actúo natural, como si no los escuchara. "No va a pasar nada", me digo a mí misma.
Sin embargo duele, duele saber que solo por ser diferente, te maltraten de esta forma. "Mira lo gorda que está, es asqueroso", "Cree que es la mejor, pero la pobre es una tonta", "Seguro y nadie va a quererla, con lo fea que es".
Día a día oigo, en clase, en los pasillos, incluso en el baño, lo que dicen de mí. Chicos, chicas, todos.
Ya no puedo más.

Llegué a mi casa, con la esperanza de encontrar refugio, pero me equivoqué.
"¿Qué es esto? ¿Reprobaste Lenguaje? Lo único que haces es estudiar y ni siquiera puedes hacerlo bien. Es que no te preocupas, eres una ociosa e irresponsable. Claro, como tú no pagas la mensualidad, no te interesa, ¿cierto? ¿Acaso no es eso lo que piensas? Mírame y habla, ¿o eres tan bruta que ni eso puedes?". "Mamá, yo...". "Tú nada. Estás castigada. Vete a tu habitación y no salgas hasta que yo diga, ¿entendiste?"
Tomé mi mochila y subí las escaleras lo más rápido que pude. Huyendo.
Cerré la puerta y lloré. Lloré como si con eso arreglara las cosas. Como si cada lágrima pudiera borrar todos los gritos, los insultos, las oscuras carcajadas. Lloré hasta que se me acabaron las lágrimas, hasta que quedé tan vacía y con los ojos tan rojos, que no me quedaba más que guardar silencio.

Ahora escribo esta carta. Escribo porque me gusta, me hace bien. Me ayuda.

Nadie va a leerla, excepto tú. Y es que nadie se da cuenta de lo que sufro. Es como si gritara y nadie me escuchara. Como si fuera invisible para el resto del mundo. 

No voy a rendirme, porque para eso está la vida, para luchar. Así que seguiré luchando.

No dejaré que me destruya. 

Con cariño.

Meri.