domingo, 26 de mayo de 2013

Solo cierra los ojos e imagina que todo está bien.

Hay algunas cosas que simplemente suceden...sin que tu puedas evitarlo.
Por más que te duela, que sientas ganas de llorar hasta que ya no te queden lágrimas, no podrás hacer nada para cambiarlo.
Y es que es así: las cosas solo...ocurren sin previo aviso, te dañan sin una advertencia, se quedan grabadas en tu mente y...duelen. Mucho.
Lo único que queda es resignarse...o luchar.
Luchar por cambiar el destino, por superar el llanto y decidir volver a empezar. Tres opciones que pueden ayudarte a enfrentar tu realidad.
¿Te imaginas un universo donde todo lo que sueñas se vuelva realidad? Sería maravilloso, ¿cierto? Pero eso no pasará a menos que tú lo creas.
Cierra los ojos. Escapa a aquel lugar hermoso y olvida todo tu presente por un instante.
Porque lo que duele es mejor olvidarlo y actuar como si nada pasara, como si te fuera indiferente, que estar recordándolo a cada hora, a cada minuto, reviviendo lo que sentiste cuando sucedió.
Con eso solo conseguirás sufrir más de lo que ya lo haces.
Así que solo cierra los ojos, imagina que todo está bien y vuelve a empezar. Toma un borrador y elimina eso  por lo que has derramado tantas lágrimas. Coge un lápiz y escribe otro capítulo...porque aún quedan más historias maravillosas que disfrutar.


Kelly.

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