viernes, 16 de agosto de 2013

Not you, it's me.

Hay días en los que, simplemente, no soporto a las personas que tengo a mi alrededor.
La forma en que hablan, piensan y actúan me saca de quicio. Quizás a ellos les pase lo mismo conmigo.
El hecho es que hoy ha sido uno de eso días. Mi mal humor me venció.
Estuve irritable durante todas las horas de escuela. A la más leve molestia, saltaba como un león enfurecido.

Tal vez la culpa no fue de ellos, sino mía. "No eres tú, soy yo".
Debí quedarme callada y guardar mi mal genio en el rincón más alejado de mi mente. Pero no fue así y no pude disimular mi desagrado. Le dije lo que en ese momento pensaba y no me importaron las consecuencias. Por primera vez en mucho tiempo dije lo que de verdad pensaba a otra persona (que no fuera mi mejor amiga). Claro, no ofendí a nadie. Todo lo que hice fue responderle como nunca lo había hecho: como ella quería (o esperaba).
O quizá ella es la del problema, con su actitud tan irritante se ha ganado el no-afecto de todos.
O...o quizá...quizá todos somos el problema. Yo soy el problema, ella también lo es. Todos somos nuestro propio problema, sino que a veces culpamos a los demás por ello. Somos un gran problema tratando de sobrevivir en un mundo tan pequeño...
Ven, ya digo cosas sin sentido. Creo que será mejor que vaya por una taza de café, a ver si con eso consigo dormir (que gran falta me hace).
Iré a soñar con que soy un gran problema y que me comeré a la Tierra, pero luego me quedaré sola y lloraré, hasta que mis lágrimas se convertirán en gomitas (?). Entonces me las comeré y volveré a ser feliz (:

Lo que acabo de escribir no tiene sentido, por favor, ignoren mis momentos de locura pre-sueño (y pre-café). Adiós, sinsajitos y que pasen buena noche.


Kelly.

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