Esta semana ha sido muy ajetreada. Ayer tuve mi presentación de ballet y, creo que el estar ensaye y ensaye, dio resultado. A pesar de haber terminado como trapo, súper cansada, me gustó mucho hacerlo.
Apenas llegué a mi casa, coloqué en mi DVD chatarra la película que compré de camino, "Un amor para recordar", que está basada en la novela de Nicholas Sparks, ¡mi escritor favorito!, asdfghjklñ. La historia va sobre Landon, uno de los chicos que manda en la escuela y que jamás se fijaría en Jamie, hija de un pastor baptista, quien es demasiado seria y conservadora para su gusto. Ninguno imaginaba lo que la vida les tenía preparado.
La película es demasiado preciosa, me encantó. Y ese final...esa frase nunca se me olvidará.
Voy a aprovechar mi última semana de vacaciones para...hacer...lo que sea. Veré unas cuantas películas, terminaré de leer el montón de libros que tengo pendiente; no lo sé. Pero ansío regresar a la escuela. Claro, de seguro creerán que me he vuelto más loca de lo que normalmente soy. La verdad es que extraño a mis amigos; extraño ese pequeño espacio bajo la escalera donde no nos dejan sentarnos; extraño el barullo que se forma cuando tocan la campana del primer recreo...y lo extraño a él.
Extraño la forma en que lleva despeinado el cabello rizado, extraño la forma en que se le iluminan los ojos cuando sonríe, extraño ver ese pantalón por el cual se llevó un apodo, extraño verlo correr desesperado porque ya iban a cerrar la puerta. Lo extraño. Muchísimo.
Kelly.
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